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miércoles, 8 de julio de 2009

Decada de 1990: sin Quincy Jones

Jackson se adentró en la década de 1990 con mayor libertad creativa (y con mayores incertidumbres) tras romper, en circunstancias no muy claras, su prolongada relación con Quincy Jones. Según muchos críticos, esta separación repercutió en los posteriores trabajos del cantante, quien fue acaparando las tareas de composición y producción, y en su afán de sorprender, incidió más en los ritmos enérgicos y en los efectos sonoros que en las melodías. Dentro de un notable éxito comercial, se aprecia en esta etapa cierto agotamiento creativo y una pérdida de tirón popular que se verían acentuados por los problemas personales y mediáticos de Jackson.
Como avance del álbum Dangerous, en noviembre de 1991 aparece el sencillo Black or White, descrito como una mezcla de hard rock, dance y rap, con la colaboración de Slash a la guitarra y con la voz (en un diálogo introductorio) de una estrella de Hollywood entonces en apogeo: el niño-prodigio Macaulay Culkin, que participó también en el videoclip.
El álbum tiene unas ventas totales de treinta millones de unidades, convirtiéndose su primer sencillo de más rápido ascenso en la historia del ranking Billboard. Su videoclip, técnicamente un cortometraje, es el más caro de la historia hasta el momento y hace gala de unos innovadores efectos por computadora, como el morphing. El álbum presenta un sonido innovador que rompe con los 80 y es acompañado de su respectiva gira, Dangerous World Tour, que pone tecnología punta en escena y alcanza un récord de audiencia mundial al transmitirse simultáneamente por centenares de medios de comunicación.

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